PETRA


La obra se desarrolla por completo en la vivienda-estudio de la diseñadora de modas Petra von Kant: recientemente separada de su marido, vive con Marlene, su secretaria-esclava que exhibe una simbólica mudez. Cuando su amiga y confidente Sidonie le presenta a Karin, una joven de origen humilde, Petra se enamora locamente de ella y le promete que va a convertirla en una famosa modelo. Sin embargo, la bella aspirante decide abandonarla poco tiempo después para reunirse con su marido. Petra cae entonces en una profunda depresión que la hace estallar de rabia delante de su hija, su madre y Sidonie. Cuando finalmente reconoce que solo ha intentado poseer a Karin en lugar de amarla, ofrece entonces a Marlene unas nuevas relaciones que no están basadas en el servilismo y la dominación, pero la secretaria hace su maleta y se marcha.
La soledad es el tema principal de la obra. Este sentimiento, este estado, atraviesa a cada personaje visceralmente, condicionando sus vínculos con los otros y con sí mismos, con lo material y lo emocional. La dominación sexual y la explotación económica se funden en una historia de amor lésbico, donde confluyen seis personajes femeninos, y la ausencia absoluta de hombres es reemplazada por la asunción de lo masculino en actitudes y en conductas, así como en lo simbólico de ciertos objetos presentes en la puesta.
Petra asume su soledad y el dolor que este conlleva cuando comprueba que no todo puede comprarse o pagarse, y que el éxito y la inteligencia tienen un precio muy alto para una mujer.
Los parlamentos de los personajes, el espacio estudio-habitación cerrado, los barrotes de la cama, los vestuarios, las comunicaciones con el exterior, la falsedad de las relaciones generan un ambiente claustrofóbico, que representa la alienación absoluta de las mujeres que en él se dan cita, donde el espectador se sitúa en un lugar privilegiado para observar la íntima caída de Petra.
Petra recrea un mundo en el que se desarrollan las emociones y necesidades humanas y donde el drama no nace de las relaciones que se establecen entre los caracteres, sino de las tensiones generadas por el afán de posesión como aliciente de la soledad.

Al final de la obra, todos los personajes abandonan a Petra, incluso su fiel sirvienta Marlene, a pesar de que Petra le ofrece un nuevo comienzo; porque Marlene acepta la opresión y la explotación y tiene miedo de la libertad. Porque al mismo tiempo que la libertad, llega la responsabilidad de tener que reflexionar sobre su propia existencia, lo que hasta ahora no ha hecho nunca, ya que siempre se ha contentado con ejecutar órdenes y nunca ha tenido que tomar decisiones personales. Al dejar a Petra va en busca de otra vida esclava. 
Esta obra habla de la liberación de la mujer en negativo, al mostrar tal liberación como un simple intercambio de los papeles de poder y no desde la perspectiva de la abolición de las relaciones de autoridad entre los miembros de una pareja.

VISIÓN ARTÍSTICA DE LA PUESTA EN ESCENA
El interés de poner en escena esta obra contemporánea radica en la fuerza de los temas que trata. En esta época de hiperconexión y comunicación, la soledad y la distancia entre las personas es un estado habitual, así como el intercambio comercial de los sentimientos, en torno a distintas formas de opresión.
También nos interesa la forma en que el texto representa a las mujeres en el mundo, mostrando el costo de liberación femenina, sin juzgarla como positiva o negativa, sino demostrando que sólo se ha producido un cambio en los roles, con la ausencia masculina.
Como en nuestras puestas anteriores, la mujer será el objeto del trabajo y de investigación: la mujer como opresora y oprimida, cada personaje de esta obra experimenta los dos polos de esta dialéctica.
En este sentido, esta es una obra de actuación fundamentalmente, donde el trabajo del actor está en primer plano, atravesando por distintos estados emocionales que hacen a la evolución de la trama. El criterio de la puesta en escena está basado, esencialmente, en la actuación desde una completa identificación con los personajes, estableciendo vínculos transformadores con los partenaires, y con la aparición de algunos recursos del distanciamiento para generar cierto respiro ante la intensidad de la obra.
Actrices en acción/reacción, conscientes y en pleno dominio de su cuerpo, sus gestos y su voz, para dar vida a personajes tan complejos, con la dirección de actores de Manuel García Migani.
La obra se sitúa espacialmente en el estudio habitación de Petra von Kant, es un espacio intimista, que será finamente intervenido por diseñadores de moda y gráficos, así como por plásticos, al igual que el vestuario y la utilería, pero que igualmente trasmite una sensación claustrofóbica. La disposición del público será muy cercana y rodeando la escena.
La puesta lumínica será diseñada por Claudina Gomensoro, poniendo de relieve la idea de artificialidad del ambiente, traducido de las relaciones entre los personajes.
La dirección general de la puesta en escena y su concepción estética está cargo del maestro Roberto Aguirre.
De esta manera, con esta puesta, retomamos los objetivos que nos planteamos cuando nos conformamos como grupo de trabajo e investigación independiente:
1) Poner en escena obras que impliquen un trabajo actoral basado en la construcción de personajes y vínculos.
2) Revalorizar y recrear, desde la actualidad, textos clásicos universales y contemporáneos.
3) Acercar nuestras diferentes propuestas teatrales al público provincial, nacional e internacional.
4) Contribuir a la formación estética del público en general y de los estudiantes en particular, interviniendo con nuestra obra, en instituciones educativas.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario